
Pasto seco
Hace tres décadas que sabemos sobre el calentamiento global y sus consecuencias. Los últimos 30 años resultaron en una serie colosal de oportunidades perdidas, de buenas ideas desperdiciadas, de dejar pasar el tiempo. Aunque no lo parezca, la suma de nuestros esfuerzos individuales son los que nos permitirán entregar un mundo mejor a las futuras generaciones.

Desarrollo inmobiliario sustentable
La mercantilización de la vivienda en Chile produjo cambios notables, con un alto nivel de sustentabilidad desde los 80 en adelante y un declive progresivo a partir de la crisis financiera del 2008. La discusión actual sobre la sustentabilidad debiese centrarse en mejorar el acceso a viviendas de calidad, con diversidad e integración social y responsabilidad medioambiental.

Vivir en 30 m2
Las reglas del juego que hoy existen permiten la concentración de la propiedad, la disminución progresiva de las superficies y el aumento de los precios de los departamentos en arriendo en barrios centrales. Ahora es normal vivir en departamentos con la superficie de una habitación de hotel en tanto la calidad de la ciudad no mejora y la segregación aumenta.

Frontera en Vitacura
La falta de Estado se ve en ciudades segregadas, con serios problemas de infraestructura por falta de inversión y gestión, y precios de propiedades que no paran de crecer. En esta etapa de revisión de nuestro contrato social, y mientras intentamos sacar a la sociedad del conflicto extremo, es fundamental repensar lo colectivo y el Estado. Entre todos tenemos que trabajar para encontrar “una agenda común” respecto a lo que se debe hacer para fortalecer y mejorar la sociedad.

El mejor modelo de vivienda social
El caso de que presentamos demuestra que para lograr que las viviendas públicas aumenten y se mantengan a lo largo del tiempo es fundamental tener una exitosa estrategia de asequibilidad a la vivienda en arriendo. La clave está en no considerar a la vivienda como un activo transable, sino como un bien público del que todos pueden beneficiarse.